miércoles, 6 de julio de 2011

CUARTO DÍA EN EL ALCÁZAR

En los Jardines de Murillo, a la 08'00 de la mañana, constatamos, con desagrado, cómo quedan, todavía, idiotas en Sevilla: Fuente rota; capitel y base, por el suelo; columnas pintadas; ramas rotas...
Por definición, un idiota es aquella persona que, por comportamiento gregario, inmadurez, falta de educación o algún grado de enfermedad social, llega a la falsa convicción de que se divierte haciendo daño al prójimo más débil, destruyendo propiedades de uso público, diciendo o haciendo groserías delante de personas sencillas, mujeres o niños...

Cuando llegamos, un grupo de palomas comistreaba junto a la fuente; iniciamos un apunte con ellas pero llegó un perro (amo detrás), meándose aquí y allá, bañandose en la fuente y correteando a discreción...;... y las palomas no volvieron...
Iniciamos un segundo ejercicio rápido, manchas indefinidas para captar el momento...


...y, en el Alcázar, nos entretuvimos un rato, admirando las estancias bañadas de luz mañanera, tamizada de plantas, flores, naranjos y fuentes...; un deleite, difícil de evocar...


...y, en el exterior, en el Jardín de las Flores, pintamos en silencio, reflexionamos sobre "lo hecho", y charlamos de las posibilidades de la acuarela, más allá de los conceptos, fotografía, empanadas mentales y habilidades...